Qué es proyecto sagitario?

Cursos de Iniciación a la astronomía.

Didáctica astronómica. Talleres de Ciencia.

Charlas, cursos, campamentos, observaciones grupales.

sábado, 12 de febrero de 2011

Plaza de la Rotonda y Parque Sarmiento.

          Las plazas astronómicas de Casilda son especiales. He comprobado que los vecinos de un barrio son reacios a trasladarse hasta una plaza ajena. En Bigand el barrio es uno solo y todo el mundo llega y se va sin disimulo. La idiosincrasia de cada ciudad es distinta y lo que sucede en la capital de la Miel me extraña .
         Quizá –volviendo al tema de los traslados- deba tener en cuenta que jamás he sentido pertenencia o rechazo hacia ningún lugar. Acaso la diferencia esté en mí, después de todo (también es posible que la astronomía no le interese a tanta gente como creo, o que nuestras puestas sean aburridísimas).
La plaza astronómica de barrio centro, realizada la semana pasada en la Plaza de la rotonda, contó con unos cuarenta participantes. Muchos de ellos llegaron en los albores y se retiraron sobre la una de la madrugada, con Saturno en sus retinas. El grupo fue heterogéneo y divertido, contando con piezas de verdadero fuste. Entre ellas, un simpático personaje que: defenestró a Tinelli, alabó nuestro hacer, y me preguntó si acaso no temía yo que, el eje de bicicleta sobre el que la tierra gira, no eclosione alguna vez…
Uno de nuestros cañones de luz (Nuevosagitario, el Hokenn 90/900 refractor) lo ubicamos sobre la explanada cara a Euclides y, debajo, al nivel del mar, Candela celeste (SW 104/1300 Mak) y Pionero (H 150/1200 rflctr). También pusimos al alcance de la pibada nuestra excepcional notebuc cargada con el stellarium y el skay map.
Fue un lujo trabajar con los amigos que se acercaron y brindaron su saber. Toda vez que la vergüenza inicial estuvo rota, subimos a la rotonda y observamos el sur con lujo de detalles. En ese andar dimos con la preciosa estrella de carbón que acompaña en la visual a beta-crucis, DY crucis. Estas estrellas rojísimas son las niñas de sus ojos de mi gran amigo Cristian. Así que él fue el encargado de definir para los presentes su naturaleza y razón de ser en el cosmos, esto es: estar allí, hermosa y delicada, para que nosotros nos regodeemos. ¡Gracias, DY! ¡Gracias, Cristian!
En fin, ustedes conocen el resto y yo voy a hacerla corta, pues, a raíz de mi última nota, he recibido un mensajito criticando la extensión de las mismas. No todos los homínidos disfrutamos del placer de la extensión o de la retórica y la fantasía. También habemus cientificistas puros, que nos contentamos con un: noche despejada; estrellas arriba, gente abajo; miramos el cielo; puff.
Terminó la nota de la Plaza de la Rotonda.
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Comienza la nota sobre la plaza de Parque Sarmiento:
Cientificistas abstenerse, o modificar su concepto sobre una nota informativa.

Toda la semana estuve un tanto nervioso, aguardando el viernes 11 de febrero y la gran noche de Parque Sarmiento. Mi madre admira a Sarmiento, dice que sin él la Argentina no sería lo que es. Bueno. Mi madre es maestra y docente eterna de alma, acaso se refiera a la escuela pública que, sí, le debemos a Sarmiento. Pero el ser el padre de algo es un concepto esquivo, si los hay. También la mesa de enlace se arroga la paternidad de la patria argenta, y la verdad es que a mí, salvo por los gobiernos que la Suciedad Rural ha sentido como enemigos -Irigoyen, Perón, Illia, Alfonsín, los actuales- el resto me avergüenza sobremanera.
De todos modos, parque Sarmiento es un lugar de fábula, lleno de árboles y de juegos y de leves caminitos de tierra que la gente ha adoptado para sus tenidas de bochas, su pileta comunal, sus asados de fin de semana, sus noviazgos vespertinos y, ahora, su astronomía.

Anoche, la colonia de vacaciones del departamento de deportes de la Municipalidad de Casilda agasajaba a todos los niños y jóvenes participantes. El playón estaba cubierto de mesas y sillas, de puestos de choripanes y de gente divertida. En un rincón aparente, a la luz de un farol quemado, sigilosamente nos ubicamos, no sin sortear los eternos inconvenientes del perfecto astrónomo enyuntado.

A las nueve treinta estaba en un rincón del parque más perdido que un neófito del cono sur, interpretando los libros del cielo editados en el norte. Moni y Sabi debían haberme llamado antes de venir para que yo les dijese dónde estaba. Como son mujeres libres habían llegado primero, se habían ubicado a gusto, y yo como un idiota, chupando un palo, sentado sobre una calabaza. Pero el hombre desarrolló los celulares, que sirven para molestar en la escuela, para descubrir amores clandestinos y para encontrarse en los parques que honran la espada, la pluma y la palabra.
El resto de la gente que adhiere a nuestra propuesta supuestamente no venía pues el cielo estaba completamente cubierto de unas nubes más negras que la conciencia de un salieri.
Hora antes de estas angustias, Sebi me había dicho que tal vez lo posponíamos; Cristian no había dicho nada y Belén recibía visita así que se aseguraba una observación casera. Neoliberalismo puro, amigos.
Pero… nada detiene la voluntad de Candela Celeste y Óptica Elena pues… Juntos son dinamita!!!!!! (yo vendría a ser Bud Spencer, ¿no?).
Cuando doy con las chicas veo con infinita alegría –no trasuntada al rostro- que ahí estaban Nancy y Alicia. Remember: Nancy es la maestra de barrio Yapeyú que otea gurises por el pedaleo, y Alicia es la presidenta de la vecinal. Uff. El destino me conminaba, una vez more, a triunfar en contra de los cielos esquivos, los amigos en casa y mi Moni cabrera. Encima, llega caminando lentamente, con una bici en la mano y dos chicos a la saga, Sandra, otra maestra!!!!
Ahí fue que recompuse el alma y cual Ahab tras la ballena derribé alambres y carteles para aparcar quéchatitache junto al Canal Candelaria, límite geográfico sur del parque sarmientino.
Enseguida Moni y Nancy parten hacia los altavoces de la fiesta municipal. Su misión: avisar a la pibada que aquí estaba tendida, una vez más, nuestra trampa de estrellas.
Uff. Imagínense, estrellas, ni una¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Pero la trampa estaba y anoche comprobé que también funciona sin aquellas.
Como mi amigo Víctor, en Ushuaia… Hasta sin estrellas hacemos astronomía, amigo alfa…mundis¡¡¡¡¡¡¡¡

Armamos Nuevosagitario y enseñamos cada pieza y cada función a los tres o cuatro pibes presentes. Todavía no había terminado de aburrir a los atentos niños con los términos nuevos cuando… rrrrrrrr, un Corsa se acerca silencioso. Es Savi y Sebastián que, pese al inminente fracaso plúmbeo, ahí llegan¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Qué alegría amigos. Savi y Sebastián no han faltado a ninguna de las Plazas astronómicas¡¡¡¡¡¡ Invariables han llegado cada vez con su juventud, sus sonrisas y sus mates –por dios, y con su canon 7d- (entre nos, les cuento que Seba acaba de comprarse un 150 650¡¡¡¡ uff. Roger, te vas a hartar de vender teles!!!).
La cosa empieza a tomar color de a poco. Primero son diez chicos,  luego quince, las maestras de la muni les han avisado y conforme realizan su show se vienen corriendo, aún maquilladas las chicas y con sus polleritas y sus pañuelos. Los varoncitos son altos y amables, se notan los ocho años de bonanza. Todos quieren mirar el cielo y son muchos los que al ver Sirio desdibujado por las nubes (Oscurecido por las nubes¡¡¡ que tema¡¡¡ eh?) se retiran desilusionados. El cielo libera ora a Canopus, ora a Sirio y debo estar a las corridas con el refractor y lo incómodo que sabemos que es para el avistaje cenital. Por qué no me compro un Dobson de una buena vez. Roger¡¡¡¡¡ Vé trayendo un Dob 300. Plis!

Los chicos siguen ahí y de pronto, chau, ni un astro. Por suerte llega la mamá de Moni con nuestros sobrinos. Florencia ha crecido de un modo increíble y se va vistiendo de reina con cada hora que pasa. Está altísima y hermosa. Matías cada vez más seriecito y cariñoso como siempre. Me ligo dos besos de lujo.
Como la oscuridad es total allá arriba, improviso una clase sobre telescopios en menos de lo que un chico te toca un ocular. Enseguida enderiezo el teles y lo apunto hacia la fiesta. De nuevo se arracima la cola para poder otear a los compañeros, ahora a un metro aparente de ellos aunque fuera del ocular distan ¡100 metros!
Guau, casi olvido que los telescopios fueron  anteojos de marear en sus orígenes. Gracias al Lipershey que no pudo patentar su ingenio, y gracias a la infinita praxis de Galileus, pude hacer esa importante síntesis cerebral y unir dos conceptos arcanos: anteojo-telescopio. No hay estrellas… transformamos al telescopio en un anteojo y espiamos a los papis y los amiguitos que aún danzan en la fiesta. Casi, soy un genio.
Los chicos se turnan y se trepan a la escalera del perfecto astrónomo improvisado para observar desde una perspectiva inimaginada el mundo que nos rodea. Pronto descubren que la imagen, clara y cercana, está en realidad invertida. Pregunto por qué. Rápido, un vivillo responde: porque los espejos invierten la imagen, igual que una cuchara. No sé por qué, pero así es…!!!! Uff, amigos, un genio entre manos!!!!!!!!! Altura: dos cuartas. Edad… ¿once? Mirada: brillante y encendida, le chispean los ojos al nuevo Huyggens.

Estos son los verdaderos placeres de la vida, amigos. Descubrir en el otro esa misma pasión por el conocimiento y por compartir el conocimiento. Una no es nada sin la otra. Lean el cuento La Rosa de Paracelso, del maestro Borges, y van a entenderme. En ese cuento maravilloso, Paracelso niega saber un saber que efectivamente sabe ante un alumno ansioso, que no sabe que el maestro sabe. ¿Saben qué pienso? Borges era un jodido y en cada cuento su personalidad malsana aflora. Esto no quita que sea el más grande escritor de la lengua inglesa, claro. Pero qué tipo complicado fue. Hasta su empleada de toda la vida estuvo dos días presa, En su Casa, por su apoque. Vamos, amigos, de Borges me sé todo. Todo. Pues hubo un tiempo en que le amé. Era un cabeza perdida y había leído muy poco (tan sólo todos los clásicos, y todo Bioy y todo Castillo y mil más). Hoy se que Antonio DiBenedetto es cien veces mejor que georgie, y Juan Filloy, y Roger Plá, también. Pero hoy sumo casi fifty, amigos. Y lo amé a los veinte. Locuras de juventud, como quién dice.

La noche sigue sus pasos y la gente va y viene. Se acercan padres y escucho una vocecita chiquita que pregunta: ¿Cuánto vale? ¿Cuanto vale qué? ¿Mirar? Nada, amor, le digo a una nenita que ni siquiera asoma en la fila, esto es gratis. Enseguida siento vergüenza por mi actitud. Mirar, en realidad, no es gratis. Es gratis para cada niño, joven o adulto que se acerque a Candela Celeste o a Proyecto Sagitario o a las actividades de Óptica Elena, que para eso nacieron. Pero hay en el mundo –o hubo- una postura de que todo debe valer, todo debe costar. Y no es así. Las cosas deben ser de otro modo. Las cosas deben ser gratis para todos los niños del mundo. Es ridículo que el conocimiento cueste. Las escuelas privadas, por ejemplo, ¿en qué cabeza cabe cobrar por enseñar? En esas cavilaciones estaba cuando un papá me dice: ¿Usted enseña, cuánto cuesta? Doscientos, le digo y al diablo con todo, ¡que tengo que pagarle al Roger!

Bromas aparte, el cielo sigue sin pintar y decido, previa consulta al grupo, posponer la actividad para el lunes por la noche. Festejo total. El lunes volveremos sobre nuestros pasos y honrando al primer alumno argentino estaremos again en Parque Sarmiento.

Se van los gurises, se van los papás, nos quedamos en silencio. A Moni la veo lejos, sentada a una mesa de piedra bajo los árboles –esa gente de cabeza verde- charlando con Nancy, Sabi y Alicia.
Guardo todo menos el Hokenn, que queda como un mojón nocturno de alegrías pasadas. Ando unos pasos sobre el rocío y se me humedecen más los mocasines. Buena humedad, esta.

Las chicas están comiendo unas vituallas. Savi y Sebi se fueron a por su cena de tórtolos (están casados, no hace mucho, intuyo) y se queda un rato Mari (moder Moni), Flor y Mati. Me siento y miro los rostros. Hace años leo los rostros y las miradas de la gente. Se me hizo costumbre leer. No digo que lo haga bien, o mal. Pero en esta gente me place su relato. Hablamos de los chicos, claro. Nancy cuenta lo suyo, cómo organizó y enganchó a sus alumnos con la lectura; Alicia aporta sus cuitas, también. Es la presidenta de la vecinal hace dos años, largos para ella. No sabe quién pueda o quiera sucederla. Es así con la comunidad. Si no hay presupuesto, no hay candidatos. Y entonces surge la gente de fierro a modo de farallón y abrigo.

Por cierto: las empanadas y la piza están ex ce len tes.
Uff. La vida del astrónomo.

En eso desvío la mirada de mis amores y… un papá ronda el mojón!!! Uija! Por algo lo dejé ahí. Es el papá que, entusiasmado, dijo que quería comprarse un telescopio, pero estaba a cargo de los choris de la fiesta, así que estuvo poco, antes. Miro como por un tubo arriba y veo las estrellas. Las infamadas ahí estaban, ahora, que los chicos se han ido.
Pero el padre está. Pum.

Corro hacia mi destino suramericano. Como en el Poema Conjetural: el íntimo filo de la noche en la mirada.


Sergio Galarza

Didáctica astronómica.
Bigand-Casilda-Chabás.
1º de mayo 2345 Casilda.







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