La Escuela Domingo F Sarmiento, de Santa Isabel

 La Escuela Domingo F Sarmiento, 
de Santa Isabel, Santa fe, recibió a Proyecto Sagitario en una jornada astronómica y campamentil.
Nunca voy a olvidar los hechos de mi vida a partir del año 2009. En Setiembre perdí a mi padre, y por su memoria y enseñanzas gané el cielo.

A partir de entonces todo cambió. Hago algo que amo, con placer, con mucho placer. 
He conocido amigos increíbles; he viajado y viajo en busca de nuevos cielos con las mejores ópticas detrás, y tengo encima la suerte de ser invitado y mimado por comunidades como la de la escuela Domingo F Sarmiento, de Santa Isabel.

El grupo de docentes de 4º grado desarrolló un proyecto astronómico, y al invitarme permitió que compartiera una jornada con ellos. 

Apenas entré al colegio casi me caigo de alegría, habían utilizado los cuentos Tycho y La Orilla del Cosmos para enseñar y motivar a los alumnos y alumnas, los cuales homenajearon la lectura con unos dibujos magníficos que espero guardar para siempre, es decir, hasta el día en que me acueste en espera de volver a ser estrella.

Pude charlar con todos los alumnos y con muchos padres y madres. Todos sabían muchísimo, y se preguntaban muchísimo. La inquietud es lo que más valoro, es mucho más importante ser inquieto que sabiondo, curioso que estudiado, inconforme y movedizo que cumplidor y acatado.

Las fotos hablan por sí mismas...

Calentando para la noche... en total hubo 3 teles en la cancha de fútbol. Observamos: Luna, venus, 47 Tucán, La Tarántula, M7, Achernar, Canopus, Shaula y Lesath, Rigil, las Nubes de Magallanes, la Estación Espacial Internacional, tripulada por  6 astronautas magníficos: 5 varones y una mujer.

Observamos también las constelaciones Escorpión, Orión, Aries, Tauro, Scultor...

En está última enfocamos a la galaxia 253 y charlamos sobre la perspectiva de recibir una luz que lleva 10.000.000 de años en viaje.

Estos dibujos fueron hechos en base a la lectura de la Orilla del Cosmos, el cuento que escribí para mi nieto Leónidas.

Quiero decir aquí: gracias, muchas gracias a la comunidad del colegio, a la directora, a las maestras que organizaron las actividades, a las maestras y las porteras que me cebaron mates, a los alumnos que me mimaron tanto, tanto, a los papás y mamás que me acompañaron y preguntaron y observaron con alegría. Muchos alumnos aprendieron a buscar con el telescopio refractor sobre Eq2. 
Los niños, a las once y media de la noche, cuando intentaba volver a casa, me decían: gracias, qué bueno, qué bueno esto... gracias, me decían, pero el único agradecido soy y seré, para siempre, yo.

Fotos capturadas por los alumnos.